Los técnicos de EA group han asistido a una formación para aprender a utilizar un ecógrafo que muestra el número de fetos
La finca El Platero, situada a los pies del pantano de La Serena, ha sido el escenario de una demostración sobre el uso de un ecógrafo sectorial que incorpora una sonda de ultrasonidos que permite distinguir fetos y contabilizarlos. Así, los técnicos de las cooperativas que forman parte de EA group se han podido formar para detectar partos dobles o triples mediante ecografías.
El objetivo es que los ganaderos puedan recibir este servicio que proporciona grandes beneficios en la gestión de la explotación. Por un lado, facilita el trabajo en la paridera ya que, al saber el número de fetos, se pueden clasificar a las ovejas y prestar una atención más efectiva en el parto; y por otro, permite planificar la alimentación de forma más eficiente ya que las necesidades alimenticias varían según el número de corderos que esté gestando cada animal.
El experto en ecografías gemelares, Atton Lapeire, procedente de Navarra, ha sido el instructor y ha explicado que “tradicionalmente, la ecografía se ha hecho mirando la imagen y, si se veía un cotiledón, estaba claro que la oveja estaba preñada, pero no se observaba nada más”. Con esta técnica, es posible distinguir cabezas y cuerpos y por lo que es posible contabilizar el número de fetos.
Para ello, es necesario instalar un cepo al final de la manga de manejo, con una abertura lateral en la que se detiene la oveja. El técnico puede así colocar la sonda encima de la ubre y observar en un monitor la imagen que emite este aparato.
El periodo de gestación apropiado para realizar esta técnica es entre 40 y 60 días después de la cubrición ya que, si el feto es más grande, es más difícil captar en la misma posición de la sonda cabeza y cuerpo.
Una de las veterinarias que ha asistido a la jornada ha sido Beatriz López, que ha explicado que gracias a esta formación, en un futuro, los socios que demanden el diagnóstico podrán acceder a este servicio en sus cooperativas. Además, indica que “son equipos caros y no es fácil adquirirlos por libre”, por lo que “gracias a las agrupaciones de ganaderos, las cooperativas pueden conseguir fondos, formar a sus técnicos y adquirir equipos en común”.